sábado, 30 de septiembre de 2017

Vibraciones

I. Ese día no teníamos prisa. Aún no había deberes del "insti". Eva y yo íbamos a una revisión rutinaria de sus nuevas lentillas mágicas, que le corrigen la miopía mientras duerme. Recién sacado el coche, un vecino quinceañero con antecedentes en "fanfarronería" nos vino de frente en su bicicleta. No hizo por apartarse, como nosotros, para compartir la estrecha calle. Todo lo contrario. Zigzagueó hasta nuestra altura para obligarnos a parar, y cruzó su bicicleta para impedirnos el paso mientras la puerta del garaje de su casa se abría a ritmo de tortuga. Quizás esperaba un "bocinazo". Quizás un exabrupto. No los hubo. Tan sólo observamos su "bravuconería" adolescente como el que observa un pez exótico en un acuario. Sorprendidos. Estupefactos. No le dimos el gusto de la confrontación. Y eso le exasperó. Cuando por fin nos dejó pasar tras varios minutos que se hicieron eternos, no pudo reprimirse y nos dedicó otra salida de tono por la boca. Baja vibración. No hubo contagio.
Este verano en Pirineos, con alta vibración y conexión con la naturaleza.
II. Pocos días después, estábamos en casa de "zafarrancho" de duchas. Eva y yo compartíamos el aseo para ganar tiempo y salir pronto a algún recado. No quería mojarse el pelo, pero le cayeron algunas gotas cuando yo me enjuagué el mío. Las hormonas mezcladas con lo que entendió una broma de mal gusto hicieron el resto. Sus gritos y su rebote monumental acabaron en un manotazo no intencionado con la alcalchofa de la ducha, y mi labio sangrando levemente. Toda la calma que había mantenido hasta ese momento se fue por el sumidero. Me puse a su altura en irritación y cabreo. Ni siquiera atendí a razones cuando Mey trató de calmarme. A fin de cuentas soy el padre y estas cosas no puedo permitirlas. O quizás todo lo contrario. Baja vibración. Contagio en toda regla.
III. Desde hace semanas sentimos cómo la agitación social a través de los medios de comunicación por el asunto del referéndum catalán nos empezaba a soliviantar. Banderas, fronteras, territorios, naciones, mis dineros y los tuyos...Desasosiego, confrontación, incertidumbre.. Vibraciones bajísimas de altísimo contagio. Me encanta estar a la última en las noticias, pero empecé a sentir con fuerza que era momento de apagar el telediario, la radio y la prensa, incluso la de internet. Así llevo un mes. Quiero ser dueño de mis vibraciones, y no que éstas dependan de lo que dicten un par de políticos enzarzados y azuzados por los medios de comunicación. Quiero ser dueño de mis pensamientos, y de mis conversaciones, de mis miedos y de mis alegrías. A veces toca poner cortafuegos para evitar los contagios de vibraciones tan bajas. Seguro que me acabo enterando de lo que pase, sea lo que sea. Mientras tanto, vivo mi vida, en lugar de vivir la que tratan de marcarnos otros.
IV. El pasado viernes nuestra amiga Patricia nos envió un vídeo por whatsapp. A veces se envían cosas insustanciales, pero no era la práctica de la remitente, y lo abrí. Era el poema más bello y profundo que quizás había escuchado en toda mi vida. Daba unas preciosas instrucciones para los hijos, y encima estaba recitado por su propia autora. Dos lagrimones atravesaron mis mejillas. Experimenté tal conexión con lo que esa desconocida decía, que sentí con fuerza que se tenía que convertir en conocida. Lo intenté por Facebook, pero tenía tantos amigos que había llegado al límite y el sistema no admitía más. Puse un comentario en su vídeo, y le envié un mensaje por privado, como el que lanza al océano una botella con un mensaje dentro, sabiendo de lo complicado de contactar en persona con una poeta famosa. Al menos decidí que la belleza y autenticidad de aquellos versos debía presidir nuestra cocina, y escribí uno de ellos en la pizarra del frigorífico. Al minuto de compartir la foto del frigo en las redes sociales, Magdalena me escribía para dejar de ser una desconocida para siempre. Al rato nos enviaba un precioso audio con un poema personalizado para nuestra familia. Los vellos como escarpias. Ya hemos quedado en octubre para darnos un abrazo colosal y certificar la conexión entre nuestras familias. Alta vibración. Contagio total.

Cuando iniciamos la búsqueda de un mundo diferente para vivir, empezamos a leer y escuchar que se hablaba mucho de las energías, de las vibraciones, de las conexiones álmicas... Siempre hemos sido en casa poco etéreos y esotéricos, la verdad. Y nos parecía un poco de ciencia-ficción todo eso. Pero a medida que hemos ido avanzando por este camino de la vida, hemos descubierto para nuestra sorpresa, que todo, absolutamente todo, está cargado de una energía, de una vibración especial. Es algo sutil. Casi imperceptible. Si no se está atento y con los cinco sentidos a pleno rendimiento, pasaremos de largo y ni nos daremos ni cuenta. Pero cada mirada, cada palabra, cada gesto, o cada encuentro tienen una vibración. Cuanto más alta, más favorece el encuentro y la unión entre seres. Cuanto más baja, más favorece la separación y la confrontación. Y ahí estamos nosotros para decidir si queremos contagiarnos de esa vibración, alta o baja, o si simplemente actuamos de espejo para el otro. No podemos evitar estar en continuo contacto con esas realidades, cargadas de una u otra forma, de energía, como en las situaciones puntuales que acabamos de describir. Pero es decisión nuestra situarnos o no en un estado de conciencia que nos permita discernir y decidir si conectar y contagiarnos de esa vibración. Pequeños retos cotidianos para estar muy atentos. ¿Vivir en plenitud cada segundo, o vernos arrastrados por lo primero que surja? Tocará decidir. A cada minuto. La felicidad y el equilibrio están en juego.

NOTA: Este post se publica, como todo lo que escribimos, de forma gratuita y en abierto tanto en nuestro Blog como en nuestro Patreon. Pero si te gusta lo que escribimos, te ayuda, te sientes en gratitud, y quieres también impulsar un mundo diferente para vivir con nosotros, puedes colaborar en nuestros proyectos solidarios colaborando con una cantidad simbólica (desde 1€/mes) en nuestro Patreon Solidario. Acabamos de iniciar una nueva etapa apoyando a los Ángeles Malagueños de la Noche, uno de los Comedores Sociales más importantes de Europa.

sábado, 23 de septiembre de 2017

La vuelta a lo extraordinario

Foto de Eva
Estos son días de vuelta al cole. De reencuentro con los compañeros de clase. De inicio de los deberes. De regreso a las oficinas. De guardar el bañador y la toalla en el altillo o en el trastero, y sacar las primeras rebecas. El verano va quedando atrás. Ya se nota el fresco a primeras horas de la mañana. Y los días se acortan inexorablemente. Pronto las aceras se llenarán de hojas y las esquinas de puestos de castañas. Las estaciones siguen su ciclo. Nosotros también.
Foto de Eva
Sin embargo, la vuelta a lo cotidiano, puede no significar la vuelta a lo ordinario.
Escucho a muchos quejarse del retorno al trabajo, mientras hay tantos sin trabajo.
Escucho a muchos sentirse víctimas del síndrome postvacacional, mientras hay tantos que no saben lo que son las vacaciones.
Escucho a muchos quejarse de horarios, mientras hay tantos que querrían tener uno.
Escucho a muchos renegar del cole, cuando sabemos de tantos que ya quisieran saber lo que es eso.
Escucho a muchos renegar y renegar, olvidando que llegará un día en que ya no estaremos aquí, y echaremos de menos toda esta cotidianeidad.
Foto de Eva
Protestamos de lo ordinario, sin ver que para muchos es extraordinario. Quizás incluso para nosotros, cuando nos falle la salud.
La vida son cuatro días. Es un regalo único. Siempre lo pienso cuando veo las fotos que saca mi hija, en las que lo desapercibido resulta maravilloso. Si tenemos salud, trabajo, horarios, colegio o tareas habituales o periódicas, somos unos auténticos privilegiados. Y podemos hacer de todo ello algo sublime. No desperdiciemos esos cuatro días renegando de todo y de todos. Una actitud permanente de gratitud a la Vida ante lo que somos y tenemos no sólo nos hace disfrutar más de cada instante aquí, sino que nos acaba regresando como si fuera un "boomerang". No perdamos el tiempo en quejas. Pongámonos las gafas de color de rosa, y saboreemos hasta la última gota de este regalo.

NOTA: Este post se publica, como todo lo que escribimos, de forma gratuita y en abierto tanto en nuestro Blog como en nuestro Patreon. Pero si te gusta lo que escribimos, te ayuda, te sientes en gratitud, y quieres también impulsar un mundo diferente para vivir con nosotros, puedes colaborar en nuestros proyectos solidarios colaborando con una cantidad simbólica (desde 1€/mes) en nuestro Patreon Solidario. Acabamos de iniciar una nueva etapa apoyando a los Ángeles Malagueños de la Noche, uno de los Comedores Sociales más importantes de Europa.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Inconformismo contagioso

Puede parecer poco premio. Y quizás lo sea para quien actúe pensando en qué va a obtener a cambio.Sin embargo a mí me ha sabido a gloria. Esos mensajes, esas lágrimas de emoción en los niños, ese entusiasmo desbordado en los padres... Debe ser maravilloso que, estando todo perdido, de nuevo se les abran a tus hijos las puertas para desarrollar sus sueños. Y esa manifestación de sentimientos rebosantes es el mejor de los obsequios para quienes hemos estado en esa lucha. Ni en el mejor de los casos pensamos que lo lograríamos para tantos: ciento sesenta o ciento setenta familias beneficiadas hasta ahora es una barbaridad en tan poco tiempo. Muchas de ellas ni sabrán que en la sorprendente llamada de esta semana desde el centro de estudios de su hijo o hija, teníamos mucho que ver nosotros. Ni siquiera sentirán gratitud por el esfuerzo que hemos realizado todos estos meses por ellos. No importa. No buscábamos gratitud. A veces se actúa simplemente porque sí, porque eso que hacemos nos alinea con lo que es correcto o justo, aunque no haya premios, recompensas o contraprestaciones.
Se suponía que yo ya había colgado las botas o los hábitos; que me había cortado la coleta. Los últimos años de batalla, muchas veces en total soledad, habían sido muy duros. Habíamos logrado doblegar a Goliat, pero el desgaste personal había sido grande. Y la finalización de mi etapa de Presidente del AMPA era la excusa perfecta para pasar página. Pero hay cosas de las que uno difícilmente se puede jubilar. Y sólo hace falta toparse con un utópico practicante, para que todos los planes se vayan al traste. Bastó un extraño mensaje allá por marzo de una desconocida en facebook, para activar lo que no había acabado de desactivarse. "Nos encantaría que trabajásemos en conjunto..." "estaríamos encantados si deciden acompañarnos...". Aquella llamada anónima a la unidad de esfuerzos y a hacerse UNO en un frente común ante una injusticia, me llamó tanto la atención como que me hablara de "usted", quizás por respeto a lo ya logrado con la Junta. Y esa convicción, casi infantil, de enfrentarse a los gigantescos molinos de viento, que yo había sentido tantas veces, y que me hubiera encantado compartir con otros, acabó de convencerme.
Fue así como Tere dejó de ser una desconocida, y aunque aún no nos hemos topado personalmente, ya es casi de la familia. La noté tan luchadora, tan inconformista y con una ambición tan sana y tan ausente de interés personal, que no pude evitar involucrarme. Mi experiencia en guerrilla administrativa les podría venir de perlas. Como dice Mey: "a mí me va la marcha". Y como los viejos rockeros nunca mueren, nos pusimos manos a la obra para conseguir que se cortara la sangría de niños que desde 2013 estaban abandonando la música en Andalucia tras cuatro años de estudios, y tras haber aprobado su examen de acceso a grado profesional, por una pésima e injusta decisión de la Junta de Andalucía, y por su falta de planificación. Y fue así como he conocido en la distancia de las redes sociales a gente maravillosa que están luchando por el prójimo hasta la extenuación: Soluna, Claudia, Francisco, Ángel, Jesús... Empezamos por involucrar a las AMPAs de la provincia de Málaga. Luego preparamos un modelo de recurso de alzada, un formulario para agrupar a los afectados, un correo de contacto para gestionarlo todo, e iniciamos propuestas técnicas con la Asociación de Directores de Conservatorios. Y así llegó el momento en que en junio la Administración volvía a dejar fuera a más de 330 niños tan sólo en este curso. Eso sumó a nuestras filas a centros de toda Andalucía. Organizamos por whatsapp, facebook y twitter tanto a las AMPAs como a los padres afectados. Nos preparamos a conciencia y nos reunimos con las Delegaciones de Educación, y pedimos reunirnos con la nueva Consejera. Pero nos ningunearon por activa, por pasiva y por perifrástica. Y tocó sacar la artillería pesada, si queríamos lograr algo antes del inicio de las clases en septiembre. Movimos hilos con los parlamentarios en materia educativa de todos los grupos políticos. Eso "meneó" bastante la cosa. Pero el terremoto le llegó a la Junta cuando empezaron a lloverle noticias de prensa, radio y  televisión "no muy favorables" desde todos los flancos. No hay nada que duela más a un político que le toquen la imagen, y nosotros estábamos dándoles hasta en el carnet de identidad desde todas las provincias, tras una comparecencia parlamentaria bochornosa sobre nuestro asunto. Me vi en plenas vacaciones concediendo entrevistas por teléfono delante de vacas en plena montaña, y preparando posts y correos electrónicos desde el coche. Eso es lo bueno de estas batallas: que no necesitas siempre estar detrás de la pancarta. Y por fin nos concedieron audiencia en Sevilla en pleno mes de agosto. Planificamos a fondo esa reunión y milagrosamente nuestra convicción obró el milagro. Creímos que podría lograrse, y creamos esa realidad. La Junta de Andalucía se comprometía parcialmente para este año, y mostraba buena disposición a revisar el sistema para los cursos sucesivos. Y así es como esta semana, tras unos primeros días en vilo, los jefes provinciales de planificación llamaban uno a uno a los directores con vacantes en sus centros, y éstos han ido llamando a familias con niños aprobados sin plaza, que apenas se podían creer lo que ya daban por perdido.
Como uno lleva ya muchas cruzadas de este tipo a las espaldas, no puedo evitar observar con cierta mirada antropológica las reacciones de la gente en estas situaciones: la de los reticentes en un principio, que acaban volviéndose enfervorizados combatientes ante los primeros pasos; la de los pesimistas o incluso "pájaros de mal agüero", que acaban silenciándose con el avance favorable de las gestiones; la de quienes disfrutan con los logros ajenos, aunque aún no les haya llegado a los propios; y la de quienes cuestionan lo alcanzado por otros, porque aún no les ha llegado a los suyos. Éstos últimos son los que más me apenan. Sé bien que es condición humana. Sé bien que no todo el mundo está llamado a tener y a contagiar un inconformismo como el de Tere o el de Soluna. Sé bien que la solidaridad y el bien común son términos reservados para unos pocos privilegiados. Pero también he visto con mis propios ojos cómo grandes logros como el que acabamos de alcanzar se desmoronaban porque algunos de los posibles beneficiarios de los mismos, que curiosamente no habían hecho nada por lograrlos, se quejaban en perjuicio de los demás por impaciencia, envidia o recelo. Es habitual cuando una guerra de largo recorrido como ésta, consigue una victoria contundente demasiado pronto, y los que no se han beneficiado de ello, ponen sus intereses por encima de las victorias de sus compañeros de fatigas. Ojalá que éste no sea el caso. Hemos logrado muchísimo en muy poco tiempo, y con la legalidad en nuestra contra. Y tenemos a Goliat contra las cuerdas. Pero nuestra guerra es para lograr erradicar esta injusticia, y que en años sucesivos lo sucedido desde 2013 no vuelva a producirse. Y a ese tablero de ajedrez es al que toca pasar ahora, para lograr ganar la guerra que acabe con esta tropelía. Deseo con fuerza que el inconformismo, la solidaridad y el compromiso por el bien común que hemos saboreado las centenares de familias que estamos viviendo esta experiencia nos contagie hasta los tuétanos. Que así sea.

NOTA: Este post se publica, como todo lo que escribimos, de forma gratuita y en abierto tanto en nuestro Blog como en nuestro Patreon. Pero si te gusta lo que escribimos, te ayuda, te sientes en gratitud, y quieres también impulsar un mundo diferente para vivir con nosotros, puedes colaborar en nuestros proyectos solidarios colaborando con una cantidad simbólica (desde 1€/mes) en nuestro Patreon Solidario. Acabamos de iniciar una nueva etapa apoyando a los Ángeles Malagueños de la Noche, uno de los Comedores Sociales más importantes de Europa.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Cambio de tercio

Lo que mal empieza mal acaba. Aunque no siempre. Ayer acabó maravillosamente lo que inicié "como elefante en cacharrería". Me despedí de mis compañeros de trabajo en un entrañable almuerzo, lleno de comensales y de bellos detalles para los que nos vamos. Hubo abrazos sinceros, palabras muy cariñosas, algún "suspirillo", y más de un nudo en la garganta y en el estómago, al menos por mi parte. Quizás acabó bien lo que empecé regular, porque creo haber aprendido lo que vine a aprender a este trabajo. Algo que va mucho más allá de derecho laboral o de técnicas de intermediación. Va relacionado con la asignatura de la vida y sus prioridades. Con el papel del trabajo y el control sobre nuestro  bien más preciado: el tiempo. Con saber aceptar y aprender lo que la vida nos depara. Y con acabar aceptando y adaptándonos a los recodos del camino, en lugar de aferrarnos a cómo nos gustaría que ese camino fuera.
Antes de la despedida recogí mis bártulos. Aunque había poco que recoger. Eso fue algo que me propuse cuando llegué a este trabajo: acumular poco para llevar poco equipaje en el viaje siguiente. Con este nuevo cambio de trabajo dejo atrás mucho de lo que ha formado parte de mi vida en los últimos cuatro años: la cercanía a casa, la reducción de jornada, la atención a los desempleados, la meditación con los compañeros frente al olivo de la oficina, el almuerzo a horas decentes en familia... De nuevo otro cambio más en nuestra vida. Otro más. Para que no se oxide la capacidad de fluir por este río que es la vida, en esa permanente transformación de todo lo que nos rodea. 
Pero, ¡quién me lo iba a decir! Con lo frustrado que me sentí durante semanas en mi entrada "triunfal", y el "pellizquillo" que ahora me genera irme. Vamos que si sólo hubiera dependido de mí, habría retrasado mi marcha, sin duda. Pero si me hubiera ido hace cuatro años, lo habría hecho quizás "enfurruñado" o quizás con un "portazo". Mis expectativas y mi inconformismo laboral eran demasiado altos. Ahora me voy contento, sin rencillas y con un buen puñado de amigos. Ha valido, pues, la pena, el trecho recorrido en estos años. Y no es que el trabajo haya cambiado: aún queda largo trecho hasta una atención como la que los desempleados se merecen. Pero el relajar mi actitud, el respetar los ritmos de los otros, y el aprender aceptando, han hecho brotar novedades que no imaginé entonces. Se hace un gran trabajo a pesar de tantos obstáculos y tanta dichosa burocracia, gracias a un equipo de gente excepcional. Se ha creado una "piña" magnífica. Y eso es buen síntoma. Significa que lo humano ha tomado el papel central, bajo la excusa de una jornada laboral. Indica que las personas ocupamos el sitio que nos corresponde por encima de enfoques profesionales. E implica que echaré mucho de menos a mis "compis" y usuarios, muchos ya amigos, por encima del papel que cada uno tenemos en esta obra de teatro de la vida laboral. Mantendremos el contacto y la relación por encima de esa jornada. Y quizás esa relación sea más auténtica y menos condicionada por roles, como ya me ha sucedido en trabajos y etapas anteriores. La amistad y el amor no entienden de lugares, momentos o etapas.
También me apasiona reencontrarme con antiguos compañeros de Hacienda de los que un día me despedí como ahora, en este ir y venir continuos. Cambio las tarjetas de demanda de empleo por la investigación del fraude fiscal. Pero a veces no importa tanto lo que se haga, sino cómo se haga. Ese ha sido otro gran aprendizaje de esta etapa. Y de nuevo siento en mi interior ese hormigueo de lo retos por afrontar. Hasta el próximo cambio de tercio.

NOTA: Este post se publica, como todo lo que escribimos, de forma gratuita y en abierto tanto en nuestro Blog como en nuestro Patreon. Pero si te gusta lo que escribimos, te ayuda, te sientes en gratitud, y quieres también impulsar un mundo diferente para vivir con nosotros, puedes colaborar en nuestros proyectos solidarios colaborando con una cantidad simbólica (desde 1€/mes) en nuestro Patreon Solidario. Acabamos de iniciar una nueva etapa apoyando a los Ángeles Malagueños de la Noche, uno de los Comedores Sociales más importantes de Europa.