Después de casi 5 meses sin noticias de prensa, radio ni televisión, no por "pasotismo" sino por una decisión meditada de controlar y encauzar nuestras energías, y no que nos las encaucen a base de telediarios, esta semana nos hemos encontrado de bruces y en primera persona con esas noticias que deseábamos evitar. La cercanía obliga.
Hemos dudado sobre el título a poner a este post, ya que no sabemos si se debe a un exceso de afán recaudatorio, a un decidido cercenamiento de las libertades, a una extralimitación o desproporcionalidad en la aplicación de las leyes, o a un cúmulo de todo lo anterior...Pero lo cierto es que, si no lo hubiéramos visto con nuestros propios ojos, pensaríamos que es una exageración, o el guión de una película de Almodóvar. Quizás cualquiera de estos títulos valdría:
"¡Cuidado! Estado de excepción en tu calle"
"Te pueden humillar a tí también..."
"Si no lo veo no lo creo..."
"Retrocediendo 50 años..."
Resulta que, una amiga cercana de la familia ha vivido con perplejidad y sensación de surrealismo, cómo uno de sus hijos, menor de edad, era denunciado y posteriormente multado por el peligrosísimo delito de esperar él y otros 3 amigos a un quinto amigo junto al portero automático de éste último, con una botella de agua en la mano, mientras bajaba de su casa. Me la imagino buscando la cámara oculta cuando se presentó ante el jefe de la Sección de Salud, Consumo y Sanciones del Ayuntamiento, y éste le espetó que la ley no aclara qué tipo de bebidas, y por lo tanto, el Ayuntamiento había decidido aplicarlo de manera amplia. Es más, al hacer el correspondiente recurso o pliego de descargo, le indicaron que lo mejor sería pedir perdón (¡¡humíllate, pecador!!) y comprometerse a no volverlo a repetirlo. ¡¡No volver a repetir ¿qué?!! ¿Charlar con los amigos en la calle? ¿Pararse a saludar a los vecinos? ¿Llenar la botella de agua en una fuente?
El Ayuntamiento se siente amparado por el artículo 8.1 de la ley 7/2006 andaluza ("Constituirán infracciones leves...1. La permanencia y concentración de personas que se encuentren consumiendo bebidas o realizando otras actividades que pongan en peligro la pacífica convivencia ciudadana fuera de las zonas del término municipal que el Ayuntamiento haya establecido como permitidas") y la sanción prevista puede ser de apercibimiento o multa de 300€ a 3.000€ en caso de reiteración. Y como este municipio no tiene ninguna zona habilitada para que los ciudadanos se concentren en un "botellódromo", tiene la excusa perfecta para sancionar a "todo bicho viviente" que decida concentrarse en la vía pública más de 15 minutos o saciando su sed. Así que, lo mismo es ir tomando una botella de agua mientras haces "footing" en el paseo marítimo, que si te "metes" a" pulmón" una garrafa de 15 litros de tequila con tus colegas en medio de la plaza del pueblo.
"Quien hace la ley, hace la trampa". Y con un texto legal, inicialmente planteado para evitar los "botellones", el Ayuntamiento se está "hinchando" de recaudar, de meter el susto en el cuerpo a los "imberbes", y de lograr una "mala leche" reconcentrada en los padres de los adolescentes, que son quienes deben hacer frente a las multas.
Al principio pensé que habría sido una episodio casual, puntual y anecdótico. Pero en localidades tan pequeñas como las nuestras, las noticias vuelan, y ya son demasiados los casos similares que nos han llegado de gente multada por lo que tradicionalmente ha constituido nuestra forma de ser abierta y sociable: que si una pandilla de amigos multados tomando "pipas" al sol en la playa; que si una anciana apercibida porque sus nietos jugaban a la pelota en la calle en vez de reservar pista en el polideportivo municipal; que si un camarero que salía a la calle a servir copas en una terraza y la policía creyó que estaba de "botellón"....
Todo esto parecería una broma. Pero en un pueblo tan castigado por el desempleo, los desahucios, o los recortes sociales, multar a la gente por pararse a hablar en la calle, o por beber "a morro" una Pepsi, parece la forma idónea para alentar el "cabrero supino" y una indignación que podría no acabar muy bien. Ya llueve sobre mojado.
Parece que está de moda prohibir, prohibir, y prohibir... Si no lo crees, échale un vistazo a la ordenanza de convivencia y civismo de mi pueblo...A veces me pregunto cuánto estaremos dispuestos a aguantar...
1 comentario:
Por un mundo mejor para los hijos. a eso todo el mundo dice: me apunto; pero a continuación pides que den un paso al frente y salen tres y a los tres días ni tres.
Empecemos por eso, estudiemos cual es la situación y estado de la sociedad que no termina de aglutinarse para dar respuesta a la tragedia. Primer paso, la ignorancia de la sociedad y no hablo de analfabetismo. Hay más pasos. Otro aspecto, el único medio del que disponemos para unirnos es internet -de momento- pero no suficiente. Es imprescindible el conocimiento personal y el compromiso.
Pensemos: "todos los cambios que se están imponiendo y que tanto daño están produciendo no se mantienen sin implantar la dictadura".
¿Estamos de acuerdo?
Salud
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