martes, 19 de febrero de 2013
La vida sin noticias: activismo por ignorancia
Quienes me conocen saben que siempre he sido un "forofo" de la actualidad: he devorado telediarios, tertulias, documentales, periódicos y cuanto caía en mis manos, que me permitiera estar a la última. Era una mezcla de hobby y una mezcla de interés por formarme una opinión contrastada de casi todo, para luego poder personalizar mi criterio, buscando el punto medio a base de escuchar a unos y otros.
Sin embargo también esto ha formado parte de nuestro profundo cambio actual: llevo 3 meses sin saber absolutamente nada de la actualidad. Nada de nada.
Vi que algo debía hacer cuando me observé alterado ante la interrupción de alguna noticia del telediario por mi hijo, cuando me iba a contar alguna hazaña de su jornada escolar. ¿Cómo podía estar tan poseído por noticias de corrupción, recortes o primas de riesgo, como para priorizarlas frente a algo verdaderamente importante para mi hijo, para mi familia? Apagué el televisor.
Al principio fue muy raro, ya que ligamos momentos de nuestro "día a día" a esa actualidad (el rato del almuerzo frente al telediario, o el del trayecto al trabajo oyendo la radio...). Y no me ha sido fácil sentirme al margen de muchas charlas de pasillo o de café. Pero poco a poco he ido logrando separar mi cotidianeidad de las noticias, y la verdad es que reconozco que creo haber salido ganando con creces.
Algunos de los amigos o compañeros con los que lo he comentado me dicen que les apetecería hacer lo mismo. Que la actualidad no hace sino trasladarnos miedo, crispación, desesperación, frustración...Pero que hacer eso sería como entrar en un "pasotismo" poco menos que intolerable. No sé si lo mío se puede o no llamar "pasotismo". Pero yo lo considero como un profundo acto de militancia y de activismo: me niego a que mis pensamientos estén todo el día rondando el miedo o la frustración a merced de grupos de opinión y lobbies con sus propios intereses o tratando de reaccionar frente a ellos; reivindico un amplio espacio para mi presente y el de mi familia, más allá de la agenda política o judicial de turno; quiero que mis energías se focalicen en mi "aquí" y en mi "ahora", como forma real de aportar algo a este mundo, y no estoy dispuesto a que mi mente esté dominada por pensamientos reiterativos plenamente encaminados a crear estados de opinión pública y actuaciones colectivas. Creo que esta decisión me está permitiendo dedicarme a cosas mucho más importantes últimamente.
He oído en el ascensor que en la actualidad mandan algunos asuntos de "sobres", una renuncia histórica del Papa o algo sobre asteroides...Pero ni me quita el sueño no saber detalles ni afecta a mi verdadera realidad...No está mal
Lo único que siento es que mi aportación a la actualidad, como "Familia de 3 hijos", participando en muchos "saraos" frente injusticias que se están produciendo, lógicamente se ha visto mermada. Pero esa energía os aseguro que la estamos empleando bien y en direcciones concordantes con la consecución de ese "Mundo Mejor" al que aspiramos como familia.
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