Hoy me he levantado muy temprano. Mucho más de lo habitual. No se oía ningún pajarillo. Y eso que en estos inicios de la primavera andan ya alborotados desde antes del amanecer. Siempre que tengo alguna preocupación, alguna idea "entre ceja y ceja", o algún reto entre manos me despierto antes de lo normal. Hoy no era el caso. Hoy era de puro gozo, en la fecha más señalada, ésa que nunca se olvida. Después de muchos meses me he afeitado. Se lo había prometido a las dos personas que más me besan en el mundo. Me he quitado varios años de encima. Quizás no tantos como para confundirme con el de aquel otro día de marzo. Me he regalado un buen rato de meditación. Mucho más largo de lo habitual. Había mucho que agradecer hoy a la Vida.

Hubo también risas cuando se me perdió el anillo momentáneamente entre las sábanas en aquella noche de bodas. Y cuando ella se deshizo el tocado del pelo y se llenó la habitación de las toneladas de arroz que nos habían lanzado horas antes. También hubo risas cuando pasamos la tercera noche de casados durmiendo en nuestro "pandilla" azul en medio de un bosque francés por habernos quedado sin gasolina al inicio de nuestra luna de miel.
Hoy no habrá grandes festejos aunque celebremos nuestras bodas de porcelana. Veinte años de casados no se cumplen todos los días, ni los cumple todo el mundo. Pero hoy trabajamos los dos: yo por la mañana y ella por la tarde. Toca tutoría en el instituto de los niños, compra en el supermercado, y cita de médicos. Será complicado encontrar hueco, salvo quizás para un capuccino en nuestra cafetería favorita. Pero después de tantos años, he aprendido de ella que la verdadera celebración radica en la maravillosa cotidianeidad que compartimos. No hace falta vivir una vida de aventuras para ser feliz. Cuando se es feliz, la vida más normal se convierte en una aventura. Y los pequeños momentos despliegan toda la magia de una vida auténtica. No hacen falta grandes festejos, ni grandes ceremonias, ni enormes fuegos artificiales. La vida es un regalo inmenso teniéndola a mi lado. Dure lo que dure. Hasta las bodas de plata, de oro o de platino. O hasta mañana. Viviendo el presente junto a ella, como si fuera el último día.
NOTA: Este post se publica, como todo lo que escribimos, de forma gratuita y en abierto en nuestro Blog y en nuestro Patreon. Si te gusta lo que escribimos, te ayuda, te sientes en gratitud, y quieres también impulsar un mundo diferente para vivir con nosotros, puedes colaborar en nuestros proyectos solidarios colaborando con una cantidad simbólica (desde 1€/mes) en nuestro Patreon Solidario. Como muestra de gratitud a los que os vais sumando, os vamos compartiendo más cosas, aparte de lo que escribimos, como lo siguiente:
- Vídeos de charlas nuestras: "La relación con los hijos: ¿es la guerra?", "Desactivando valores negativos del entorno de nuestros hijos", "Los hijos, nuestros espejos", "Misión de los padres: ¿proteger o dar alas?", Hablando de populismos en la tele...
- Recetas caseras: Galletas caseras al estilo Campurrianas o Chips Ahoy, Donuts caseros, Huevos rotos con chorizo vegano, Albóndigas de berenjenas,
- Remedios caseros: Nuestra pasta de dientes casera...
- Vídeos caseros y bromas varias: Regalo musical desde el otro lado del Atlántico, Lavándonos los dientes en el camarote de la familia Meys
- Posts en inglés: "Sparrows in the kitchen", "The Revolution of the toast"
- Posts en francés: "Innover en solidarité", "Lettre à un fils", "La Révolution du pain grillé"
No hay comentarios:
Publicar un comentario