"Hay demasiada división en el mundo, como para echar más leña al fuego. Por eso lo de este fin de semana ha sido un bello ejercicio por un mundo mejor.
La Casa de Acogida de Alozaina nos ha abierto sus puertas para acoger a un buen número de padres, responsables y niños en la noble tarea de planificar los próximos meses o incluso años de nuestro grupo Scout SEK. Pero no ha sido un simple visita turística revestida de solidaridad. Ha sido puro mestizaje. No podíamos haber elegido un mejor sitio para abordar nuestra tarea y sentirnos interpelados por su realidad. Como grupo Scout, hemos aprendido que hay personas de carne y hueso como Mariló con un "siempre listos para servir" llevado al extremo de sus vidas las 24 horas del día. Que hay personas como Inga que, de su párkinson, han hecho todo un regalo al prójimo en forma de ejemplo de superación. Que hay Nachas por el mundo que van repartiendo amor y abrazos sea en la acogida a bebés o a personas al borde de sus precipicios personales. Que hay rincones que de sólo pisarlos te llenan de energía y de ganas por construir un mundo mejor. Que no todo se rige por el dinero, por el precio y por el interés, y que no hay mejor apelación a la conciencia que el "Deja lo que puedas, coge lo que necesitas" del Camino de Santiago, y también de esta Casa. Que es posible confrontarnos e incluso estar en desacuerdo, si lo hacemos con respeto, con afán de construir, y con un fuerte abrazo o un gran aplauso como colofón. Que el una "cervecita" o un "cafelito" compartidos tomando el sol obran milagros en el contagio de ilusión. Que hay personas que sin apenas recursos, te dan de su sopa, de sus callos veganos o de su humus mañanero, porque entienden que la acogida no va de servicios contratados ni de paquetes turísticos. Que la esencia scout se puede encontrar por todos lados: en un poema recitado mientras el cuerpo convulsiona, en una danza extasiada o en un poema en hebreo, en una oración compartida en grupo, en unas risas provocadas por unos ronquidos, en un perezoso despertar de 60 personas compartiendo tatami, en una tormenta de ideas para seguir creciendo, en un baile improvisado junto a una barra de un bar, en un juego de "lobo" a las 2 de la mañana, en el "cachondeo" generado con la dinámica de los vecinos...
Hemos vivido un maravilloso fin de semana en una maravillosa Casa de Acogida. Magnífica invitación a ACOGER.
Hemos compartido preciosos momentos con gente que rehace vidas, que da segundas oportunidades a quienes las perdieron, que unen los mil trozos de vidas hechas añicos. Magnífica invitación a UNIR.
Hemos respirado servicio y entrega al prójimo sin miramientos, sin condiciones, sin contraprestaciones. Magnífica invitación a SERVIR.
Será bueno darle la vuelta a la canción: "Ahora sé que el cielo no está lejos; Nosotros tampoco".
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