Todos tenemos algún familiar o conocido que trabaja en alguna gran empresa o multinacional. O si no, oímos noticias de estas corporaciones en las noticias. Muchas de ellas despiden a cientos o miles de trabajadores, mientras siguen ganado millones de euros por todo el mundo. Y es curioso cómo se habla de despidos o de EREs con una ligereza "pasmosa", sin pensar que se trata de personas de carne y hueso. Los convierten en meros números, para tratar la cuestión de forma aséptica. Igual que cuando se nos habla de déficit y de parados. Y a duras penas se plantean como alternativas para luchar contra tantos dramas familiares reducir pequeños porcentajes de sueldos en vez de despedir a gente, reducir los sueldos estratosféricos de sus altos ejecutivos, o evitar las diferencias abismales entre los sueldos de la élite empresarial y los trabajadores "de raso" (que a veces llegan a multiplicarse por 400 vecez cuando hace 15 años no llegaban al multiplicarse por 10, ¡y ya era mucho!)
Observo con estupefacción que muchas personas cercanas llegan a entender y comprender estas prácticas como normales en su quehacer diario. Lo habitual se vuelve normal. ¡Qué peligroso! Me doy cuenta que el sistema te atrapa de tal forma que torna en normal lo que tu conciencia nunca habría tolerado. Te convierte en guardián del sistema. Conozco personas que tratan de salir de esos círculos viciosos que hemos creado a nuestro alrededor. Esos círculos que, a modo de rueda de la rata, nos hacen estar trabajando todo el día, por tener un sueldo, con el que mantener un status, una hipoteca, uno o dos coches, y 20.000 necesidades auto-creadas. Y luego los fines de semana, con el espejismos de salir de esa rueda, acudimos en peregrinación a los centros comerciales, a zonas de "botellón", o al fútbol....
Conozco personas que llevan tiempo tratando de salir de esa rueda, pero no pueden dejar de correr en ella. ¿Quién iba a pagar el carísimo colegio de los niños? ¿Cómo afrontar la hipoteca mayúscula de una casa que supera lo que podría esperarse de mi sueldo? ¿Cómo mantener el ritmo de vida de mi entorno y amigos? Mejor seguir corriendo en mi rueda que buscar por dónde escapar. Y si además, para escapar, en vez de por cualquier rendija, espero que me hagan una puerta y del color que me gusta, ¡estoy apañado!
Es inevitable tomar decisiones para salir de la rueda. Y esas decisiones exigen sacrificios. A veces nuestra salida de la rueda supondrá renunciar a un status o a unos lujos. ¿Estaremos dispuestos a hacerlo o mejor seguir corriendo hasta que las circunstancias nos permitan salir manteniendo el mismo nivel de vida? (si eso fuera posible)
Con gran frecuencia rememoro con mi mujer una escena de un documental que vimos de una tribu de una isla del Pacífico que se dedicaba a disfrutar de la vida, tomar el sol, charlar, gozar de su entorno, y tan sólo cuando necesitaba comer, salía en busca de alimento. Se dedicaban a gozar de su existencia y del presente. Sin embargo, nosotros nos hemos complicado tanto la existencia...
Muchas personas sufren por no poder escapar de su rueda, y por verse guardianes y defensores del sistema sin quererlo. Pero también observo que otras personas entran en clasificaciones estériles entre obreros y profesionales, trabajadores y desempleados, empleados públicos y los que no lo son, huelguistas o no... Y a veces parece como si esas divisiones nos hicieran diferentes a la hora de reclamar un mundo mejor para todos. Que cada uno pertenezca a un colectivo, y haya tenido una trayectoria u otra, con un esfuerzo u otro, no nos debe impedir trabajar "codo con codo" por mejorar un mundo y un sistema que no hace más que buscar la división y la confrontación, para tenernos entretenidos. Estemos donde estemos, y aunque a algunos nos toque renunciar a ciertos "lujos", debemos tratar de salir de nuestra rueda. Debemos de renunciar a nuestra condición de guardianes, en un lado o en el otro. Debemos replantearnos el sistema en sí mismo.
Quizás debamos hacer caso a las "verdades como templos" que mucha gente empieza a reclamar para cambiar nuestros esquemas de vida, aunque sea de boca de un banquero. Quizás esta crisis que algunos califican de "sistémica" sirva para que las instituciones basadas en el "ego" y la división tengan sus días contados.
En la búsqueda de soluciones para conseguir ese mundo diferente, tal vez os hayais planteado como nosotros que el gran problema es además de llegar a un gran número de gente (puesto que muchos parece que hablamos entre nosotros y q la gran mayoría está anulada por la tv y las grandes mentiras vertidas por ésta) que mucha de esta gente no está dispuesta a leer ni a pararse a escuchar. Pues bien, existe un movimiento ciudadano que se ha ido directamente a las colas del paro (donde desde luego hay mucha gente con mucho tiempo para escuchar) para explicarles directamente la realidad en la que estamos inmersos...Mientras no nos prohiban hablar con nuestros conciudadanos en las colas del paro, como se ha prohibido hacer en las plazas de los pueblos, creo que esta iniciativa tiene muchas posibilidades. Un abrazo http://www.eleconomista.es/economia/noticias/3775016/02/12/Un-nuevo-movimiento-ciudadano-buscara-solucion-a-la-crisis-en-las-colas-del-paro.html
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