De repente somos famosos. Increíble, pero cierto. Dos apariciones en televisión, una en la radio, otra en los periódicos y unos cuantos centenares de clicks en twitter, youtube y facebook han obrado el milagro. Nos han reconocido ya un par de veces por la calle en nuestra comarca. Hemos firmado unas cuantas de decenas de dedicatorias.Cuatro cajas repletas de ejemplares nos han volado ya de las manos en apenas tres semanas. Y no tenemos ni idea de lo que puede estar sucediendo en librerías o con los pedidos por internet. Si fuera algo buscado, sería todo un éxito. Pero no lo ha sido. Quizás esa sea la clave: no tener expectativas, no aferrarse a un resultado. Y entonces todo surge como un regalo enorme, como una gran sorpresa. Así lo estamos viviendo nosotros. Simplemente dejándonos fluir por mucha pereza que nos dé, de antemano. Y perplejos estamos.
Es cierto que nos preguntamos qué sentido tiene todo esto. ¡Si nos encanta el anonimato de nuestro "terruño"! Sin embargo, estas semanas estamos retando a la normalidad:
-Medios de comunicación que se interesan por dar buenas noticias.
-Gente anónima que abre las puertas de su intimidad.
-Creadores y autores que no cobran por crear.
-ONGs que editan libros para abrir caminos, y editoriales que se convierten en ONGs.
-Publicaciones de autoría colectiva, que huyen de los egos individualistas.
-Libros bidireccionales, donde los lectores contactan con los autores, y crean redes de colaboración y fraternidad.
¿Acaso el mundo está loco? ¡Todo parece estar "patas arriba"! ¿Dónde está la cordura? ¿A dónde se fue la "normalidad"?
Quizás es que "lo normal" no sea bajar los brazos y renunciar a un mundo mejor. Es frecuente, pero no normal.
"Lo normal" no es llenar la vida de días grises e idénticos. Es frecuente, pero no normal.
Tampoco es "lo normal" que todo gire en torno al trabajo y a los horarios laborales. Es frecuente, pero no normal.
Ni lo es vivir separados y huyendo de los demás. Es frecuente, pero no normal.
"Lo normal" no es someterse, cual esclavo, a nuestra zona de confort. Es frecuente, pero no normal.
"Lo normal" no es que el dinero dirija nuestras acciones y decisiones. Es frecuente, pero tampoco es normal.
Quizás ahí radique el efímero y puntual éxito de nuestro libro: que es una excusa, como otra cualquiera, para quitarse las vendas de lo que es normal.
Quizás no toca otra que ser raros. Sí. Efectivamente. Esta "Familia de 3 hijos" es rara", sin duda. Y nos señalan por serlo. Pero ¿lo hacen porque nuestro actuar es infrecuente? ¿O quizás de repente somos noticia porque hay mucha gente deseosa de levantar la mano como cómplices ante aquel anuncio que lanzamos al viento de "Familia de 3 hijos busca mundo diferente para vivir"? ¿Y si resulta que hay mucha más gente de la que imaginamos en esa búsqueda? Si es así, muchas personas se están sintiendo "raras" estos días. Pero, ¡cuidado! Como los "raros" nos convirtamos en mayoría, podríamos llegar a ser "lo normal". A lo mejor toca "cortocircuitarnos" un poco, y que se vuelvan locos nuestros cables internos de lo que es "normal" y lo que es "raro". Sería un bello cortocircuito. Uno por un mundo diferente para vivir. Un cortocircuito bendito.
Parece ser que si, que somos muchos los deseosos de levantar los brazos, que los "raros" no estamos solos. Y que bonito comprobarlo!
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